De Seb no ponemos nada
Mis recuerdos son imágenes,
instantes, de ti:
esa expresión y un matiz
de los ojos, algo suave
en la inflexión de tu voz,
y tus destellos contados
de niña que ha mal dormido,
ese es mi sueño y mi ambición,
una noche en mi habitación.
Vuelves, pasados los instantes,
con forma de veintitres años
y un cuerpo de mujer,
bendita felicidad tranquila.
Vuelves para recordarme
que en sólo una vida,
en sólo nuestro sueño,
has estado grande y llena de arte.
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