martes, 11 de noviembre de 2008

ALGÚN QUE OTRO POEMA EN FORMA DE LLANTO

SI YA ESTÁS JUNTO A MÍ…

¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdida en las miradas?

Los ojos me dolían de esperar.
Pasaste.

¡Si apareciendo entonces
me hubieras revelado
el país verdadero en que habitabas!

Pero pasaste
como un Dios destruido.

Sola, después, de lo negro surgía
tu mirada.

Casi me alegra
saber que ninguno de nuestros caminos
pudieron escaparse nunca.

Visibles y lejanas
permanecen intactas las afueras
y un cadáver tranquilo y sin dueño
transita por los años
hacía el país soñado,
en cuentos sin hadas,
de la tierra de nadie
con claridad de otra paz
sin muerte ni lejanía.

Los ojos ya no duelen;
contemplan, olvidados,
momentos que en un momento
sintieron imaginados.

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