jueves, 15 de octubre de 2009

EL HOMBRE DE LAS CAVERNAS (EPILOGO)

El Sabina escribe con pereza (siempre ha sido un vago de cojones... curtido, pero vago de cojones)

Podría poner alguna más (colaboré con él en muchas -muitas, que dicen por aquí- pero pongo esta por ser de las últimas... y de las que más me gustan)
La vida es un filo, el filo de la vida... la guerra. Siempre la guerra...


Están en guerra el hombre y la mujer,
el tonto, el listo, el gordo y el flaco.
El negro, el blanco, el debe y el haber,
Mesalina y el tío del saco.

Están en guerra el mambo y el hip-hop,
el ying, el yang, el pibe y el viejo.
Jeckyll y Hide, monsieur de Sade, Masoc,
Pilatos, la razón y el pellejo.

En guerra están la baba y el carmín,
el duermevela y la pesadilla.
El chevalier servant y el puercoespín,
la extremaunción y las espinillas.

Están en guerra el cojo y el ciempiés,
los ascensores y el purgatorio.
Mañana es víspera del día después,
pasado flores en el velorio.

Desde la Conchinchina hasta el Magreb,
en Rolls Royce o en camello.
En cada esquina
te hacen páginas web
o te sellan un sello.

Están en guerra el fresco y el calor,
la calma chicha y la marejada.
El ten con ten, la dicha, el resquemor,
el almacén del todo y la nada.

Están en guerra la sota y el as,
el espejo y el disimulo.
El hospiciano, el niño de papá,
el Einstein y el tonto del culo.

Yahvé, Mefisto, Buda, Cristo, Alá...
Las solteronas y los maridos,
Bin Laden, Che Guevara, Supermán,
lo que iba a ser, la mierda que ha sido.

Ven a la guerra, túmbate de una vez
En mitad de la vía.
Mientras la tierra gire y nade un pez
Hay vida todavía...

En pie de guerra el mártir y el desertor,
el tibio y el kamikaze...
Puestos a desangrarnos tú contra yo
¿Por qué no hacemos las paces?

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