12.- BAJO LA LLUVIA, TE PERDONO
El hombre se acercó timidamente a las inmediaciones con el ramo de flores en sus manos que le habia prometido hacia tiempo. Por un momento pensó en regresar sus pasos y no volver nunca más, pero sabía que no podría vivir con la culpa por el resto de sus dias; y un viaje de estos no podría ser repetido. No con este fin por lo menos, pensó.
Un viento fresco soplaba, y con el traía un olor a mar, un sabor salado que prometía lluvia. Volvió a mirar a su alrededor por si alguien más se encontraba en ese lugar pero no miró a nadie, se encontraba totalmente solo. Cuando por fin decidió entrar empujó la puerta y esta cedió con un poco de resistencia, una vez dentro la soltó y ella se cerró automaticamente; se quedó inmovil por un segundo para luego dirigirse hacía donde sabía que la encontraría. Le habian dado las señas particulares y las llevaba grabadas en su mente. Se sentía como un vil entrometido, como un ratero visitando de esta manera, pero no tenía opciones.
Era un hombre de tez blanca y pelo entrecanoso, de ojos oscuros y nariz aquiline vestido de una manera que no dejaba duda que no era de ahi. Cualquiera hubiera podido descubrir que si era de esos lugares, sólo que la vida lo había llevado a otros lugares.
Con pisadas firmes se fue acercando hasta que poco a poco empezó a hacer sus pasos más cortos mientras su mirada buscaba algo. Se hizo a un costado para permitirle el paso a un grupo de personas que se retiraban en ese momento y devolvió las sonrisas a un par de ellas. Todo mundo siente un tipo de afinación en estos lugares, pensó el. Prosiguió su camino, tratando de hacer memoria, buscando esto y aquello.
Y cuando la localizó sintió que estaba en su companía de nuevo.
Una vez frente a ella volvió a sentir pasados y contrariados sentimientos. Sus ojos saltaban de punto en punto, confundidos; su cuerpo se apoyaba en una pierna, luego en la otra, nervioso; pero sabia que estaba donde se lo habia propuesto, donde habia prometido estar.
La promesa de venir a verla habia sido hecha anos atras, 12 para ser exacto, y nunca pensó que faltaria a su palabra. Despues de todo lo que pasó, todo lo dicho, y todo lo que quedo por ser vivido, la promesa de este momento siempre estuvo presente en él.
Pero las circumstancias si eran diferentes.
-“Hola” dijo timidamente mirando a todos lados y a ningun punto “aqui estoy, soy yo. Tal como te lo prometí. Yo …bueno, esto es algo que nunca he hecho antes, asi que perdoname si no puedo hablar claramente. Pero trataré.”
“Mira” le indicó mientras levantaba la mano con las flores para mostrarselas, “te traje las rosas que tanto amas y que siempre me pediste. Lindas, no?” decia mientras sonreía de las rosas hacia ella como buscando su aprobación. Hizo el intento de entregarselas, pero fue un movimiento automatico, natural. Su sonrisa se apagó y volvio las rosas a su pecho, sosteniendolas como si de ellas dependiera su vida. Su mano derecha permanecía en el bolsillo del pantalon sin el darce cuenta.
Buscó un lugar donde sentarce pero no encontró nada apropiado, asi que decidió permanecer parado mientras hablaba.
-“Se que ha sido mucho tiempo desde que nos miramos la ultima vez. Perdona que no haya venido antes, pero es que…bueno, tu sabes, no es facil hacerlo. Pero aqui estoy tal y como te lo prometi. Mejor tarde que nunca, verdad?” dijo a la vez que sonreia debilmente. Se imaginó sus palabras de reproche, si las pudiera escuchar.
-“Me dijeron que preguntaste por mi muchas veces antes de…bueno, antes de…esto. Pero quiero que sepas que yo nunca dejé de pensar en tí aunque algunas veces no pareciera.
Se llevó su mano derecha a su rostro, se cubrio la boca como para tomar aliento y solto un hondo suspiro.
-“Yo se que recuerdas todas las cosas que hablamos en su debido momento, y esta visita es algo en que habiamos concordado…yo por mi parte…bueno, siempre quise venir a verte…nunca te menti, nunca te falle. Y ahora no podia faltar a una promesa mia.”
Busco entre sus recuerdos algo que le estaba molestando, algo que lo empujaba a pedir disculpas pero no lograba concentrarce, el viento se escuchaba mas fuerte cada minuto y le preocupaba el viaje de regreso. Miró por un instante su reloj.
Miró las flores en su mano y sonrió, no sabia como hacer esto, le costaba romper el hielo que sentia en el. Eso nunca le habia pasado en su presencia. “Sabes? Recuerdas todas esas flores que te enviaba yo todos los dias para hacerte sonreir? Yo sabia que te gustaban, y era para mi un gusto tan grande el poder hacerte sonreir. Y ahora que por fin estoy frente a ti con un ramo real de rosas, ahora…” su voz se quebró por un instante al verlas pero se recuperó. “Ahora yo se que las aprecias igual que siempre aunque el vacio que hay ahora…bueno…antes era un vacio, ahora tiene tu nombre en el, sabes?”
El cielo se habia convertido en una masa gris pero no sintió prisa alguna.
-“Antes de venir hoy me pregunté el porque no lo hice antes. Me hubiera ahorrado este dolor que siento en mi…verdad que lo sientes? Me hubiera gustado que no fuera asi, de esta manera, no, yo queria que fuera de otra manera totalmente diferente. Mostrarte lo que siempre fuiste en mi vida. Darte un poco de lo que tu me diste y lo que tanto te faltó en vida.” Su mano apretó el ramo de rosas con una impotencia nula.
Un fuerte relampago se escuchó y por un segundo su rostro mostró temor.
Espero unos segundos esperando que las palabras fluyeran de el, esperando tambien escuchar palabras suyas. Es dificil llevar una platica donde uno es el unico que conduce la conversación. No estaba acostumbrado, no con ella. No asi.
-“Yo…tu…yo se que no tuviste lo que tanto deseaste, que hubieras cambiado muchas cosas” inicio de nuevo, buscando algo en el, “y yo te juro que lo poco que hice por ti eran esos mismos deseos tuyos reflejados en mi de llenarte de ese carinio que rogabas por tener a tu lado. Siempre senti que era tan poco lo que te daba, pero tu siempre dijiste que no, que te llenaba el alma el tenerlo ahora, en ese momento. Y yo me sentia contento, feliz de poder darte algo de mi aunque no pudieras aceptarlo. Pero yo se que lo apreciabas.”
Escuchó unos pasos apresurados de algunas personas que volvían buscando la salida y calló esperando que pasaran para no ser escuchado.
Alguien saludó respetuosamente y devolvió el saludo, volteó su mirada hacia ella de nuevo y esperó un poco más hasta que estuvieran fuera del alcanze de sus palabras. Miró hacia su derecha donde la puerta de salida se encontraba y miró mas personas desalojando el lugar.
-“Me gustaria saber si fuiste feliz a mi lado, sabes?” preguntó pero ya sabia la contestación, “tú crees que el tiempo nos hubiera dado una oportunidad para tratar una vez más?” esperó una respuesta pero sabía que ninguna pregunta iba a ser contestada. “tú crees que sea muy tarde para pedirte perdon por no haber estado en tu vida más temprano? Puedes encontrar en tu corazón ese perdón para mi? si lo tienes en ti, por favor, perdoname…yo no sabia que te hacia tanta falta, pensé que las palabras que siempre me decías eran solo eso, palabras llenas de ternura que no lograbas depositar en nadie mas…fallé terriblemente en saber leer tus sentimientos. Perdoname.”
Las primeras gotas de lluvia empezaron a caer sobre su rostro, pero ya su rostro se encontraba mojado de sus propias lagrimas.
-“Te encontré cuando yo tambien te necesitaba. Y te fuiste de mi lado de una manera que no es la correcta, sabes?” decia mientras se hincaba frente a la lapida, depositaba las flores con mucho amor y cuidado sobre el frio concreto, “ahora yo soy el que se va, pero volvere para seguir haciendote compania aqui donde por fin descansas ahora. Ahora tu seras mi compania, ahora yo te buscaré para poder contarte todas mis ilusiones hasta que pueda volver a verte…soy ateo con esperanzas…quiero todo, verdad?” solto una pequena risa al escuchar su propia broma, “me hubiera gustado escuchar tu risa de nuevo…pero te prometo volver a visitarte antes de irme, si? Tu sabes que volvere, verdad? Yo siempre cumplo.” Con sus manos recorrio su tumba que empezaba a mojarse. La tocó asi como hubiera deseado tocarla a ella. Apretó sus manos sobre ella, y rogó con todo su corazón que donde estuviera que sintiera sus manos ahora asi como se lo habia demostrado durante esos locos dias que estuvieron juntos.
Se levanto sin importarle el lodo que se habia depositado en sus rodillas. Coloco sus manos en los bolsillos, y permaneció ahi parado por mucho tiempo llorando, recordándola, escuchando su risa, y su voz, cuando esas veces cuando con tantas veces le admitia que lo amaba sentia que era la musica mas hermosa.
La llovizna lo empezó a mojar suavemente, como temerosa de romper ese momento, luego el cielo por fin se abrió y llovió y llovió; llovió asi como tambien sentia su alma vaciarce de todo el dolor que sentia frente a ella.
Sin decir nada mas se dirigió hacia la salida todavia llorando sin el menor intento de ocultarlas, prometiendose a el mismo que volveria por ella…asi como siempre ella solia volver tambien a él, haciendo todo lo posible por ser feliz a su lado.
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