miércoles, 17 de septiembre de 2008

RELATOS DE LA VIDA EN SERVILLETAS DE BAR

15c.- Carretera 3 SANGREFILIA

Un día se me cruzó un jabalí.
Todo pasó muy rápido.
Yo lo vi, él me miró y sentí el golpe.
Frene. Recuerdo que se me enganchó la manga en la manecilla al salir. Le había partido el cuello y sangraba mucho.
Por la nariz también.
Estos bichos son duros…

Al verlo sentí una sensación de poder, que creo que es la que tienen los psicópatas, aunque yo creo que la puede tener cualquiera.
Era como sexual. Me excitó.

Desde entonces, salgo a la carretera cada vez que puedo.
O sea, mucho.
No soy ningún zumbao, pero me gustaría que me volviera a pasar.
Yo no tuve ninguna culpa de lo que sucedió.
Y no me gusta matar animales, ni nada.

El otro día conocí a una camarera en un bar, en una comarcal, cerca de Zamarramala.
Guapa.
Estaba hablando con ella y de repente se fue al servicio.
Luego me dijo que era propensa a sangrar por la nariz.



Hemos quedado en vernos este fin de semana.

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