ZAPATISMO INSURGENTE ILUSTRADO

LAS RUPTURAS NUNCA SON BUENAS

A veces mi alma se ciega
y mis palabras se ahogan,
mis gritos quedan en silencio
y mi voz no te toca...
Entonces siento que muero
y que en mis manos
se consume el recuerdo,
de los besos que no te di,
las noches sin tu sosiego...

Caricias de medianoche
que llamaban a mi deseo
y que ahora mueren en silencio,
en el sufrir de mi tiempo...
Llorando con lágrimas ausentes
en el callar de tus palabras
que despierta mi tormento,
dolor que yace dentro,
marchitando mi alma
pudriendo mi cuerpo...
que sin tus caricias no vive
que sin tu voz no siente...

Alma vacía de nadie,
que calla y grita
mientras mis ojos,
se pierden entre las gotas de lluvia
bebiendo sorbo a sorbo,
buscando en la multitud
húmedas calles de tu ausencia,
que cubren los rostros de niebla...

En mis ojos ya no quedan
las voces en silencio de tu alma.
Llorar en el balcón oscuro
que me lleva lejos de tu mar...
Ausente mar ennegrecido
de lágrimas de dolor que al fondo van...

Ya no quedan palabras en el olvido,
ni sentido que pueda buscar
a los versos que aquí te escribo,
para acallar mi mal estar...

Ya no siento, no vivo, no sueño...
Ya estoy muerto,
en el olvido de tu dulce caminar,
de las palabras que me dijiste
justo antes de embarcar...

Fogonazo de luz blanca,
que ciega las miradas de mi alma,
que no recuerdan tus caricias en mi cuerpo
ni tu sed de mi mirar...
Sólo está tu labio latiente
en el fondo de mis sueños,
dejando el dolor ferviente,
herida abierta al descubierto,
que como cicatriz queda
que no borra con el tiempo...

Dolor paciente en mi cuerpo
que hace recuerdo de tu ausencia
en las horas de mi pesar,
pensando en los pétalos de rojo perfume,
de suave olor y terciopelo de mar,
que han quedado marchitos en mi cama
esperando la voz de tu dulce mirar,
rodeando las sábanas con tus brazos,
calmando la sed de mi corazón,
que no deja paso a la razón,
sólo al sentimiento...puro amor.