domingo, 16 de noviembre de 2008

ALGÚN QUE OTRO POEMA EN FORMA DE LLANTO

DE PANDÉMICO Y CELESTE


Visión de lo que sentí el viernes por la noche en mi sueño real...

Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablamos bajo y en susurros, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, entre tinieblas
medio vacías, el cenicero sucio
y tras haber acabado el tema de la vida.

Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón muy fiel o muy sincero,
desnudo de cintura para abajo.
Desnudo por perseguir, por qué no,
el tierno amor para dormir al lado
de mis sueños maltratados
al no haberse desnudado nunca
para vivir de prestado entre tus brazos.

Para tener amor, para aprenderle,
es necesario sólo haber estado
cerca de ti y de tus pechos
mientras nos movemos a un ritmo acompasado.
Todo eso es necesario en cuatrocientas noches
de misterio, lujuria y cuerpos entregados
a una historia en cuerpo y alma, de presente,
un incierto futuro y sin pasado,
ni tan siquiera una imagen íntegra de mi vida
reflejada en las lunas que a la noche le he robado.

Pero todo eso no valdría
más que para ser un amor disperso,
si no fuera porque existiese el verdadero amor,
mi amor,escondido entre tus besos

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