domingo, 21 de junio de 2009

DIARIO DE UN SEGOVIANO EN SÃO PAULO

8.- CUANDO LOS SUEÑOS SE CUMPLEN, LO MEJOR ES CUANDO ERES TAN AFORTUNADO DE COMPARTIRLO CON TUS SERES QUERIDOS.

Es imposible explicar mis sensaciones hoy. En menos de dos horas han pasado por mi cabeza y por mi corazón veinte años de espera, veinte años de sueños, veinte años de deseo y de anhelos. Han sido muchos kilometros de escucha en muchos de mis coches del mismo disco... Muchos karaokes de imaginación en muchos momentos de mi vida de los que, hasta ahora, me he arrepentido, pero que desde hoy, también merecen la pena.

CITIBANK HALL... 20 de junio... Daniela, Carla y Caio... Cena en casa de mis suegros, en familia, con tranquilidad, con amor, en compañía... carrusel de emociones y sentimientos y después... después a ver a los PARALAMAS DO SUCESSO.

He cantado TODAS las canciones con ella, abrazado como si fueramos un sólo cuerpo... uniendo 20 años en una hora y media... demasiado para un segoviano con un pasado del que empieza a perdonarse.

Todo ha sido mágico... incluso el penúltimo regalo de mi entrañable y amadísima cuñada. Ha sido un torrente de energía, una catarata de emoción y de sueños convertidos en realidad (una vez más) y una sensación de estar en paz, de SER FELIZ DE FORMA COMPLETA.









He cantado con Herbert Viana... He cantado con mi mujer...
He cantado con mi familia... y ahora estoy saboreando todas esas sensaciones.


Soy feliz, soy un hombre feliz... Y hoy he sentido, en primera persona, lo que implica estar en paz con uno mismo. Nunca he creído en Dios (aunque algo después tiene que existir... de eso no tengo duda ninguna, después de lo que ha ocurrido hoy) pero si existe el paraíso, no debe ser muy diferente al lugar en el que yo, en este momento y en este lugar, me encuentro.




Ser felices como lo soy yo ahora. Aunque no os dejen, aunque no podaís o aunque no querais. Ser felices porque la felicidad es un instante, un momento, un segundo... del que nunca te vas a olvidar.

1 comentario:

JANIS dijo...

Yo también he encontrado la felicidad. Intento no soltarla porque, coño, ya era hora que me viniera a visitar. Además, me la merezco.
Disfruta de la vida guapetón.