A mi padre, al que echo en mucha falta
Siempre fuiste,
en cualquier forma,
un reflejo y referencia
pata de tres bancos,
luz en tiniebla
y frases antológicas.
Muchas veces criticado,
siempre en el filo de la paz
y de la guerra.
Te fuiste hace cuatro años,
cuatro siglos,
cuatro huídas...
Y surgió el milagro de la vida,
después de la muerte.
Lograste que olvidará malos momentos,
malas experiencias,
mieles amargas de amargura,
ojos llenos de amaneceres
y principios después de mil fines.
Sólo espero que, allá dónde estés,
estés bien y tranquilo.
Sólo deseo que, allí dónde está tu nido,
te guste lo que ves
que está haciendo tu hijo.
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