viernes, 26 de febrero de 2010

DIARIO DE UN SEGOVIANO EN SÃO PAULO

23.- DUERMETE NIÑO, DUERMETE YA

Esta va dedicada (con todo el cariño del mundo) a mi brother Eugenio


Vanessa Krunskys recibió ayer por la tarde la llamada de un agente de la Policía Federal, que le pidió que se personara en un buteco cercano a su casa para identificar el cuerpo de su novio, Eugenio Magdalena. Hecha un mar de lágrimas, acudió al local esperando encontrar el cuerpo destrozado de su enamorado. “El agente no me dijo qué había pasado y yo me quedé sin palabras y no pregunté. Di por hecho que sería un brutal atropello” explica la mujer, que luego comprobó que su novio estaba durmiendo. “Un amigo suyo no sabía seguro si era él porque dormía boca abajo. No se le ocurrió otra cosa que llamar a la policía”.

La mujer entiende “hasta cierto punto” que el amigo de Eugenio no se atreviera a despertarle porque, al parecer, se pone de muy mal humor cuando interrumpen una de sus siestas. “Lo que no entiendo es por qué no me llamó directamente a mí para preguntarme” , se queja Krunskys. El amigo en cuestión alega que “habíamos hecho una apuesta entre varios y queríamos que el veredicto lo diera la autoridad, que para eso está”.

Hace dos meses, otro ciudadano llamó a la Policía científica para que le ayudara a identificar a su propia esposa, que iba maquillada como una puerta.

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